jueves
¿Qué tal si?...
¿Qué tal si un día de estos te digo que sí?, ¿qué tal si jugamos al lobo y la oveja?, ¿qué tal si nos vengamos del tiempo y los sinsabores?.
¿Qué tal si hacemos un trato sencillo y sin mayores complicaciones?. Hoy sólo jugaremos a ser dos desconocidos que comparten unos momentos de felicidad. No pensaremos en el futuro, ni mucho menos en un tal vez.
Riámonos de la noche. Apoderémonos por unos instantes de los latidos tibios del otro, sabiendo que no son más que un regalo momentáneo de felicidad. Escabullamos en la busca de aquel placer siniestro, sin revestirlo de versos, amor o santidad. Seamos por unos instantes sinceros y hagamos temblar nuestro propio universo con el dolor apacible de nuestras garras heridas, fundiéndose en el cuerpo dormitado del otro.
Sólo juguemos unas horas a ser lo que realmente somos, unos animalitos salvajes, descarriados, envenenados de perversidad.
A veces
A veces todo es gris. A veces todo es blanco. En otras ocasiones vibro en un vaivén de colores, que se matizan y mimetizan con sentimientos y pensamientos; entrañables, olvidables y casi imperceptibles… Y a veces es como si todo se volviera etéreo y sin importancia… En esos momentos me transformo en algo fugaz.
domingo
El aborto
Cada célula de su cuerpo la obligaba a desertar del ser que se formaba en su vientre. En el fondo se sentía incapaz de amar, pero preparada para matar. A veces pensaba que era cruel, en otras ocasiones que el aborto sería por un bien mayor, pero en el fondo ni ella misma estaba totalmente segura de qué pensar: quizás podría ser un mal sueño o una mala jugarreta de la vida.
Cada noche como un deja vu las pesadillas, lágrimas y remordimientos la despertaban como una alarma inmutable, haciendo que se preguntará en un acto reflejo ¿por qué?, sin encontrar una razón que a estas alturas le proporcionara consuelo o bienestar.
Entre el cansancio, las noches en vela y el tiempo que día a día se acortaba, sus fantasmas la hicieron decidir que ya era hora. Llorando sin parar y sintiéndose incapaz de sentir gratitud fue cabizbaja a la consulta del médico. No sabía si era una reacción natural su forma de actuar o una señal del destino, simplemente trataba de creer con certeza que era mejor no razonar y continuar. En el instante en que sintió el especulo entre sus piernas, atino a mirar la manguera que succionaba y vio teñirse de hemoglobina el recipiente contenedor. Un suspiro profundo salió de sus labios mientras cerraba los ojos y una sensación nauseosa la estremecía. Lo último que recuerda haber escuchado fue ya todo acabo, en ese instante sintió que ya no existía pena, alegría ni remordimientos, es como si todo se hubiera apagado en su interior.
Con el pasar de los meses, la culpa, incertidumbre y desconsuelo fueron cesando. El tiempo hizo que las cosas se fueran normalizando. Sólo sentía algunas veces durante el mes caer unas lágrimas sin previo aviso al pensar en lo sucedido, a veces hasta olvidaba el porqué de su amargura. Pero a final de cuentas nada le otorgaba una verdadera felicidad. Es como si aquel fatídico día le hubieran quitado la capacidad de sentir…
jueves
Quizás nunca lo sabré
Su mezcla de racionalidad y descontrol lograba un efecto narcótico, una perturbación encantadora en cada célula de mi cuerpo. Trataba ilusamente de adivinar sus pensamientos, mientras que envuelto en sus palabras terminaba perdiéndome en una lista interminable de preguntas que deseaba hacerle.
Nunca logre entender su proceder, mas de vez en vez acertaba en alguna de sus ideas. Y prefiero evocarla con toda la ingenuidad que la caracterizaba. Creo que parte de su encanto era ser predecible en sus manías, complejos y actuares; pero una total desconocida en el fondo de su mente retorcida. No sé si era una avecilla rara o simplemente una niña perdida, ¿quizás nunca lo sabré?.
Sólo sé que en el fondo ella me enloquecía hasta el punto de entrelazarse el amor con el odio y el dolor, tal cual como si fuera una libertad encarcelada. Tal vez por ello la quiero en cierta medida con pasión y ternura desmedida.
domingo
Una sensación, un alivio
En aquel día nada calzaba, todas las cosas estaban más grises que de costumbre, cada respiro se volvía agotador. La incertidumbre se comenzó a mezclar de forma tortuosa con la nostalgia y el dolor. Pensó que una ducha helada tendría el poder de liberar su mente de tanta presión. Luego desnudo frente al espejo entendió que todo seguía igual de tortuoso, una simple ducha no cambiaría nada. Vio entre la gaveta la misma tijera que ocupaba para recortar sus bigotes y decidió tomarla. No quería morir, mucho menos que alguien notara su angustia. Casi de forma instintiva, sin dudarlo, realizó unos cortes rápidos entre sus piernas. El dolor le causó un alivio que jamás imaginó posible alcanzar, una sensación que se transmitió por todo su cuerpo siendo capaz de propagarse incluso entre sus pensamientos.
martes
Pensamiento de año nuevo
Dicen que año nuevo es igual a una vida nueva. Por mi parte no creo que el simple hecho de cambiar un calendario pueda tener un impacto tan alarmante en la existencia de una persona, mucho menos que el realizar una serie de malabares o rituales en determinada hora pueda cambiarte la vida. Pienso de manera muy fehaciente que cada cual se forja su camino, ya sea con cosas buenas o malas, al final de cuentas cada acción tiene una reacción -ya sea inmediata o a largo plazo-.
Al terminar cada año las personas comienzan hacer las recapitulaciones de sus vidas, sumando todo lo positivo y restando lo negativo. Al final termina pareciendo una ecuación matemática tantas cosas que se le agregan y se quitan. Es un buen ejercicio si luego se toma consciencia de los fallos y se intentan mejorar, pero si no va ser así es mejor no gastar tiempo en calentarse la cabeza si luego se dejará que todo siga exactamente igual.
Haciendo mi propio balance que claramente no se centrara en mi vida -como sucesos, anécdotas o actividades realizadas por mí-. Puedo decir que lo mejor que he visto durante el año es que a pesar de pueda existir tanta gente que se rindió y decidió seguir el camino fácil y convertirse en una lacra más para la sociedad, hay muchos otros que siguen luchando por cambiar este mundo, por poner su granito de arena. Lo más maravilloso que puede suceder es darse cuenta que todavía hay esperanzas, y con tantas personas extraordinarias que tuve el gusto de conocer creo que vale la pena pensar en poder hacer un cambio, eso es lo más loable que he sacado de en este tiempo de reflexión.
Ahora una historia para reflexionar: Copos de nieve…
Dos pájaros estaban posados sobre una rama durante una nevada, y se pusieron a conversar: Dime, ¿cuánto pesa un copo de nieve? Le preguntó el pájaro carbonera a la paloma salvaje.
Casi nada fue la respuesta.
En tal caso, antes de irme déjame contarte una maravillosa historia, replicó el carbonero. Al empezar este invierno me posé sobre una rama de abeto. No era un duro invierno, y como no tenía otra cosa que hacer, me puse a contar los copos de nieve que se iban sentando en las ramitas y en las hojas de mi tallo. Su número exacto fue 3.741.952.
Cuando el último copo de nieve se deposito sobre la rama, sin que nada pasara, esta se partió, dijo el pájaro, y se alejó volando.
La paloma estuvo reflexionando un rato sobre esa historia y por fin se dijo: quizá solo haga falta la voz de una persona más para que la paz llegue al mundo.
Lección: Así como los copos de nieves son la suma de un invierno, los valores, la conductas son la suma para ser un buen líder y ser humano.